Investigaciones sobre modificación de conducta en diferentes países
En 2015 se investigó en España la eficacia de la terapia de conducta en el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). Según mencionan Moreno et al. (2015) la investigación de las intervenciones no-farmacológicas en el tratamiento de TDAH demostró que los tratamientos psicológicos que incorporan técnicas conductuales resultan eficaces. En relación con la terapia de conducta, la intervención consistió en entrenamiento a padres, tratamiento individualizado y focalizado en el participante y entrenamiento a profesores. Para analizar las trayectorias individuales y determinar el efecto terapéutico, se comparó la terapia de conducta con otras dos opciones de tratamiento, entre éstas: tratamiento farmacológico y neurofeedback. Cada tratamiento se administró solo, sin concomitantes (Moreno et al., 2015).
En 2017 se realizó una investigación en Chile sobre la efectividad de la terapia conductual dialéctica en población chilena con Trastorno de Personalidad Limítrofe (TPL). Según expresan Ponce de León et al. (2017) los principales resultados mostraron que la terapia conductual dialéctica es efectiva en disminuir conductas suicidas y la hospitalización psiquiátrica de pacientes con TPL. La efectividad de la terapia conductual dialéctica consiste en la prioridad que se le otorga a la ideación y conductas suicidas en las sesiones individuales de terapia, donde se otorgan herramientas para la detección del nivel emocional y para la estructura de un plan de acción en momentos de crisis emocional. Durante el entrenamiento grupal se entregan habilidades de tolerancia al malestar para enfrentar individualmente las crisis emocionales. Ponce de León et al. (2017) señalan que es preciso implementar en los servicios de salud mental, unidades que impartan la terapia conductual dialéctica para el manejo de pacientes con TPL. Así, las políticas públicas nacionales en salud mental podrían estar centradas en fomentar la formación de terapeutas en terapia conductual dialéctica y reducir los altos costos en servicios psiquiátricos hospitalarios y ambulatorios de este grupo de pacientes (Ponce de León et al., 2017).
En 2021 se realizó un estudio de caso único en España sobre la aplicación de la técnica de desensibilización sistemática a una atleta que presentaba altos niveles de ansiedad competitiva. Previo a la intervención, se realizó la evaluación en dos momentos, primero con la aplicación de cuestionarios y posteriormente con la realización de la entrevista. La intervención mediante desensibilización sistemática se aplicó en nueve sesiones de aproximadamente una hora cada una, pasando por cuatro fases: 1) entrenamiento en relajación, 2) construcción de la jerarquía de estímulos, 3) práctica en imaginación y 4) entrenamiento en desensibilización sistemática. Aproximadamente dos semanas después de la última sesión, se realizó la evaluación final que consistió en la aplicación de cuestionarios y una entrevista. Los datos obtenidos tras la evaluación final mostraron mejoras en Control de Afrontamiento Negativo. A partir de ese mejor control de afrontamiento, la atleta logró un mejor dominio cognitivo y conductual. Asimismo, mostró una menor tendencia a percibir las situaciones competitivas como amenazantes y para responder de menor forma con sentimientos de aprensión y tensión. También alcanzó un mejor control de la concentración y capacidad para atender a gran variedad de estímulos, manteniendo un estado de alerta. Se concluyó que el empleo de la desensibilización sistemática en el deporte es útil y eficaz, pues los resultados indicaron una reducción de la ansiedad y un aumento de los recursos para hacer frente a la competición tras la intervención (Berengüí y Castejón, 2021).
En 2019 se investigó en Argentina el cambio de comportamiento en personas fumadoras luego de la implementación de políticas provinciales 100% libre de humo. Para evidenciar el impacto de este tipo de leyes, Barrenechea et al. (2019) refieren que resulta interesante trabajar con variables relacionadas con el cambio de actitud de las personas, condicionado por factores individuales y de su entorno. Para establecer si hubo cambios en la conducta tabáquica (voluntad de abandonar el consumo de tabaco), se utilizó la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo 2005, 2009 y 2013. Las variables independientes que contempla la encuesta son: sexo, edad, condición de actividad, tipo de vivienda, nivel escolar y año de realización de la encuesta. Como variables de segundo nivel se utilizó la clasificación de las provincias según el contenido de la ley, quedando una variable dicotómica: presencia o ausencia. En cuanto a la variable dependiente, se evaluó la conducta de las personas que fumaban con base en la pregunta si pensaban dejar de fumar, por lo que, se adoptó a aquellas personas que sí pensaban en dejar de fumar como la categoría de referencia y aquellas que no pensaban en dejar de fumar como la categoría de riesgo. Para seleccionar el modelo que mejor explique si la actitud hacia el abandono del hábito de fumar depende de las condiciones de su entorno y si la ley es importante para condicionar ese cambio de comportamiento, se desarrollaron modelos logísticos multiniveles con cada una de las variables seleccionadas de la encuesta y elaboradas a partir de la legislación vigente en cada una de las provincias. Según los resultados, se comprueba empíricamente el impacto de la legislación en el estímulo para dejar de fumar y la reducción de la prevalencia del tabaquismo, debido a que la implementación de la ley de ambientes libres de humo produce un cambio en la forma de pensar de las personas que puede llevarlas a tratar de dejar de fumar. Barrenechea et al. (2019) indican también que las personas de menor educación presentan menor probabilidad de pensar en dejar de fumar. Finalmente, enfatizan la necesidad de registrar y monitorear sistemáticamente las variaciones del consumo de tabaco como en el comportamiento de las personas frente al tabaquismo para comprender mejor sus determinantes, y para aportar una base científica a las personas encargadas de las intervenciones en salud (Barrenechea et al., 2019).
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