Introducción

La terapia conductual refleja un enfoque para el tratamiento de la disfunción clínica y de la conducta desadaptativa. Este campo ha aumentado considerablemente su especialización a lo largo de los años transcurridos desde su origen, lo que hace difícil detectar los restos de un enfoque unitario y un solo movimiento. Los fundamentos de la modificación de la conducta consisten en el empleo de métodos empíricos de investigación, además de la confianza en la psicología del aprendizaje como un punto de partida para el tratamiento (Kazdin,1993).

Pelechano (1979) menciona que la terapia y/o modificación de la conducta se puede definir como una psicología experimental humana aplicada que se orienta hacia modelos explicativos de aprendizaje social, por lo que la modificación de la conducta no puede reducirse a la psicología del aprendizaje a pesar de que se encuentra inspirada considerablemente por los modelos más o menos tradicionales de aprendizaje.

Como lo expone Kazdin (1993) el surgimiento de la terapia conductual puede ser rastreado históricamente mediante la discusión de muchas de sus influencias, pero lo que no puede ignorarse es que surge por la insatisfacción dentro de la psicología clínica y de la psiquiatría, principalmente las posiciones psicodinámicas y más específicamente las analíticas eran una fuente de descontento en la comunidad y proporcionaron el punto de arranque de este nuevo enfoque. Tomando en cuenta a Franks (1993) conviene resaltar que sus orígenes y alcance se consideran internacionales, ningún país puede apropiarse la terapia conductual, pues se ha ido desarrollando y construyendo, como hemos expuesto, gracias a la diversidad de aportaciones.


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